¿Cómo lo cotidiano puede ser fuente de asombro?

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Indagar el ambiente es una de las actividades características de los niños y niñas en la primera infancia. Tocar, probar,  experimentar y explorar les  permite comprender y conocer el mundo que los rodea. Un mundo configurado por aspectos físicos, biológicos, sociales y culturales, en donde ellos  interactúan y se relacionan con el entorno. 

Ofrecer experiencias para relacionarse con el ambiente  supone un proceso de construcción de sentido en donde los  niños pueden significar el mundo en el que viven y, a su vez, se constituyen como sujetos del mundo, a partir de lo que reciben de él. 

La exploración del entorno implica que, a través de diversas propuestas pedagógicas, se promueva el asombro, la indagación, la formulación de interrogantes e hipótesis. 

El pedagogo Francesco Tonucci (1995) plantea que: (…) si hay un pensamiento infantil, hay un pensamiento científico infantil. Es  decir, sostendremos la hipótesis  de que los niños desde pequeños van construyendo teorías explicativas de la realidad de un modo similar al que utilizan los científicos. (…) hacer ciencia no es conocer la verdad sino intentar conocerla. (…) debemos propiciar en los niños una actitud de investigación que se funda sobre los criterios de relatividad. Esto significa que hay que ayudar a los niños a darse cuenta de que ellos saben, de que ellos también son constructores de teorías y de que es esta teoría la que deben poner en juego para saber si les sirve o si es necesario modificarla para poder dar. una explicación a la realidad que los circunda. (1995: 32)

Sin embargo, aún cuando los niños manifiesten capacidades vinculadas al pensamiento científico, como realizaron preguntas, explorar e inferir; Esas capacidades no progresan ni se profundizan sin una enseñanza sostenida que, de un modo intencional, potencializa ese desarrollo. 

En palabras de Miguel Zabalza (2016) Los niños y las niñas están en el ambiente, lo viven desde que nacen. Sin embargo, sus relaciones espontáneas con el ambiente (...) se viven, pero no se analizan; ahí estriba el auténtico sentido de abordar el ambiente como objeto de estudio y campo de experiencias (...) (2016: 82).

De este modo, es necesario asumir el compromiso de formar niños cada vez más curiosos, mejores observadores, que indaguen sobre la realidad, exploren, busquen información, articular puedan relaciones y explicaciones cada vez más complejas. Al mismo tiempo, que puedan analizar fenómenos cotidianos, los cuales se presentan como oportunidades interesantes para ofrecer situaciones de indagación, de formulación de preguntas y para la construcción colectiva de ideas.

Convertir el ambiente en objeto de enseñanza requiere del docente una mirada atenta, curiosa, la tarea del docente es proporcionar claves de lectura para interpretar el ambiente (Serulnicoff, 2000:.32). Para que ello sea posible el docente debe previamente indagarlo y conocerlo.

El ambiente a un “clic” de distancia

¿Por qué ofrecer en la Educación Inicial la información del ambiente a través de las tecnologías digitales? Porque la escuela no puede quedar al margen de aquello que nos acontece sociohistóricamente. Es necesario ofrecer oportunidades para garantizar el acceso y apropiación de los nuevos lenguajes, nuevos modos de apropiarse de la cultura, nuevas formas de pensar, comunicarse, de manera crítica y reflexiva.

En el escenario actual, resulta cada vez más cotidiano observar niños y niñas que tienen un manejo espontáneo e intuitivo de las tecnologías digitales, las cuales actúan como agentes de entretenimiento e interacción. Desde que nacen se encuentran formando parte de un ambiente en el cual las pantallas táctiles, los smartphones o tablets son protagonistas brindando una mediación cultural y de convergencia continua.

Esta mediación está caracterizada por la conexión, la interactividad y la ubicuidad. De este modo, podemos afirmar que las tecnologías digitales acompañan el desarrollo evolutivo de subjetivación y socialización de las infancias. 

Considerar esta realidad implica reconocer un aspecto central de la cultura contemporánea en la que viven los niños y las niñas y, por lo tanto, resulta necesario que la Educación Inicial integre estas nuevas prácticas mediatizadas por las tecnologías digitales, para poder dotarlas de sentido pedagógico.

Asumiendo una mirada sobre las infancias históricamente situadas y socialmente determinadas, la escuela se convierte en un espacio propicio para la transmisión de saberes valiosos desde el punto de vista cultural, que posibilitan que niños y niñas se apropien de las características y rasgos del entorno social, en el tiempo histórico en el que viven.

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La presencia de diversas tecnologías digitales en las salas nos interpela para descubrir modos innovadores de indagar, experimentar e investigar, buscar información fidedigna y actualizada en Internet, elaborar y compartir hipótesis en variados soportes y plataformas, usar cámaras digitales y grabadoras de sonido, almacenar y organizar adecuadamente la información en diversos dispositivos, comunicar y compartir las investigaciones y descubrimientos realizados.

En este sentido, no sólo se trata de incorporar las tecnologías digitales como un recurso novedoso, sino de pensar cómo intervienen en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, facilitando, a docentes y niños, el acceso al conocimiento y al reconocimiento de sus formas de construcción y recreación. 

Este cambio de paradigma en el campo de la educación requiere entonces, superar una visión instrumental de las tecnologías digitales, ya que éstas constituyen un nuevo entorno de aprendizaje que está ampliando el concepto de alfabetización, modificando nuestra relación con los contenidos, exigiendo nuevas formas de enseñar. 

Las salas del Nivel Inicial se pueden transformar en espacios enriquecidos y de alta disponibilidad tecnológica (Maggio, 2012), posibilitando el acceso a niños y niñas a las diversas tecnologías tanto digitales como no digitales. Por otro lado, es importante considerar que resulta imprescindible, garantizar desde una perspectiva de derechos, las mejores condiciones de uso y acceso a estos dispositivos. Es sustancial asumir la responsabilidad de acompañar y fortalecer las prácticas cotidianas en relación con la educación digital. Los niños y niñas portan diversos y desiguales conocimientos y experiencias, por lo que es necesario enseñar, en el contexto pedagógico, algunas habilidades para el uso responsable, seguro y crítico de las mismas.

Experiencia: Los árboles de nuestro entorno.

La selección de un recorte para guardar

Ofrecer experiencias de indagación requiere que exista una pregunta que guía el proceso de construcción de conocimientos. Esta pregunta, en algunos casos, es formulada por la docente, y, en otros momentos, se le podrá pedir a los niños que sean ellos quienes la formulan, y logren responderla mediante observaciones o experimentos. En cualquiera de las dos situaciones, es el docente quien orientará a sus alumnos a probar su hipótesis, formular preguntas, registrar sus observaciones y compartir sus aprendizajes. 

Según Melina Furman (2008) la enseñanza por indagación es una actividad multifacética que involucra realizar observaciones, proponer preguntas, examinar libros y otras fuentes de información para ver qué se conoce ya, planear investigaciones, rever lo que se sabía en función de nueva evidencia experimental. , usar herramientas para recolectar, analizar e interpretar datos, proponer respuestas, explicaciones y predicciones, y comunicar los resultados (2008: 11).

En este caso la selección del recorte a indagar estuvo dada por la proximidad del entorno para los niños, ofreciendo la posibilidad de generar una mirada diferente sobre el mismo. El recorte apuntó a develar y desnaturalizar aquello que se da por obvio, o que, por cotidiano, se volvió invisible (Serulnicoff, 2008:36). Es una invitación a reflexionar sobre el doble proceso que da lugar a la transformación sobre el ambiente y de cómo este, a su vez, nos transforma a nosotros como sujetos. 

La institución se encuentra inmersa dentro del espacio verde más grande de la Ciudad de Buenos Aires, el Parque 3 de Febrero. Pese a tratarse de un espacio urbano, a lo largo de sus 370 hectáreas de extensión, es posible encontrar diferentes especies de fauna y flora autóctona. 

El hecho de que este espacio verde sea próximo al Jardín no es garantía de que los niños lo conozcan en profundidad. 

Muchas veces los alumnos provienen de lugares alejados y las familias desconocen la zona, mientras que, otras veces, no suelen tener conocimiento del parque, pese a vivir cerca. 

Dado que el patrimonio vegetal del parque comprende una gran variedad de árboles de diversas especies, Clara, la docente, planteó el desafío de renunciar a realizar una indagación exhaustiva del mismo, para poder ganar profundidad en el conocimiento de cuatro ejemplares de árboles característicos de la zona: ceibo, jacarandá, palo borracho y lapacho.

En esta experiencia las preguntas que guiaron la indagación estuvieron orientadas a identificar y comparar los árboles seleccionados en cuanto a sus hojas, tamaño, forma, corteza, semillas, frutos, etc. Las mismas necesidades ambientales: agua, luz, aire. Reproducción. Aproximación a la idea de árbol como ser vivo. Establecimiento de relaciones entre las partes de los árboles y sus funciones. (los frutos y la protección de las semillas).

Fotos que inspiran para iniciar la propuesta

La docente se preguntó si sus alumnos conocerían estos árboles, si sabían del Parque 3 de Febrero. Este fue el puntapié inicial para diseñar la propuesta de enseñanza. Además, sabía del fuerte interés de los niños por acceder a espacios abiertos y estaba segura de que iban a disfrutar de este lugar. 

Antes de iniciar la propuesta, Clara recorrió el lugar y se encargó de filmar todo el entorno, y en particular, las especies de árboles que había seleccionado.  

Ya en la sala, mostró su filmación a los niños. Al ver las imágenes, varios de ellos reconocieron el lugar y la proximidad con el jardín. 

Luego de la presentación, la docente alentó a sus alumnos para que preguntaran lo que quisieran sobre el lugar que observaron en la filmación: ¿Lo conocen? ¿Pasan por ahí antes de llegar al jardín? ¿Pudieron ver si había árboles? ¿Eran todos iguales, tenían el mismo tamaño? ¿Tenían flores? 

A continuación, fue respondiendo las preguntas y agregó información con el objeto de comenzar a involucrar a los niños en el tema y así preparar una salida didáctica.

Otro día subió a las tablets que utilizan en el jardín diferentes imágenes satelitales del entorno, utilizando las aplicaciones de Google Maps y Google Earth. Ellos las observaron en pequeños grupos, con la consigna de identificar el Parque 3 de Febrero y qué había en sus cercanías.

En primer lugar, reconocieron el Río de la Plata, con su color celeste (marrón en Google Earth). Junto al río vieron una extensión verde, sin construcciones, que asociaron con el Parque 3 de Febrero. 

Algunos de ellos comenzaron a hacer zoom con sus manos, así fue posible apreciar con mayor detalle, descubrieron que había calles, registraron edificaciones. 

La docente los ayudó a situar el Jardín, pudo darse cuenta de que formaba parte del Parque 3 de Febrero. Lograron identificar la vegetación. 

Cuando finalizaron, se les anticipó a los niños que en pocos días saldrían a recorrer el parque para poder conocer algunas especies de árboles que allí se encontraban.

Al día siguiente, ya con las tablets conectadas a Internet, podrás recorrer el parque utilizando la aplicación Street View. 

Durante el recorrido virtual pudieron identificar las especies de árboles que conocerían, dónde estaban ubicados, qué tan cerca se encontraban del Lago Regatas, la distancia que había desde el jardín al Parque y anticiparon el camino a realizar cuando lo recorrieran.

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La salida al Parque 3 de Febrero

Antes de realizar la salida, Clara comentó al grupo que durante la visita recorrerían un sector del parque, ya lo habían observado de manera virtual, en donde era posible encontrar las diferentes especies de árboles a indagar. 

Para ello, imprimió las imágenes de Google Maps del parque, y entre todos identificaron y marcaron con color la zona que recorrerían. 

Dado que el grupo de niños era numeroso, solicitó el acompañamiento de algunos familiares y directivos de la Institución. 

El día de la salida, la maestra se tomó unos minutos para conversar con los adultos acompañantes, les presentó la propuesta y asignó a cada uno, un grupo de 4 o 5 niños. Les entregó una imagen del plano del Parque 3 de Febrero donde ya habían marcado los sitios donde se detendrían para realizar las observaciones. Cada grupo se encargaría de indagar sobre una especie específica. Los niños debían registrar lo que observaran, para ello llevaron tablets, lápices y hojas. 

En el recorrido, Clara orientó la observación para que pudieran establecer pequeñas comparaciones en cuanto a sus hojas, tamaño, forma, corteza, semillas y frutos, permitiendo así situaciones de observación sistemática, para que los niños puedan obtener la información buscada. 

Aquí es importante destacar que forma parte de los contenidos a enseñar la capacidad de desarrollar la atención, mirar el detalle, y ofrecer herramientas que permitan a los niños producir sus propios contenidos en soportes y formatos que son fundamentales en el contexto sociocultural contemporáneo. 

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Textura Corteza Palo Borracho

Para favorecer estas habilidades la maestra formuló preguntas para guiar la mirada, no solo al observar, sino al registrar a través de los dispositivos tecnológicos.

Las intervenciones de la docente resultaron propicias ya  que en un comienzo los niños  tomaban fotos de todo el entorno y no de los árboles seleccionados. A medida que fueron avanzando en el recorrido del parque, lograron utilizar las tabletas para poder observar y registrar con mayor precisión los detalles de los árboles, por ejemplo, su corteza.

Durante el recorrido, a los niños les llamó la atención la variedad de plantas, aves y mariposas que encontraron. 

Aquí la docente comentó a sus alumnos que los árboles ofrecen comida y refugio a muchas especies de animales. 
 
Se alimentan de sus frutos y hojas o construyen en los árboles sus nidos y refugios. 

Luego tomó algunas hojas y frutos caídos en el suelo para llevarlos a la sala, y una vez allí poder observarlos con lupa o microscopio digital. 

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Vuelta a la sala: sistematización de lo observado y registrado

La gran cantidad de información recogida durante la salida  requería instancias para retomar y profundizar las observaciones. Todo lo recolectado y registrado en diferentes soportes y medios (dibujos, filmaciones y fotografías) había que ordenarlo y sistematizarlo.

Clara propuso armar una puesta en común, para comparar los  árboles según sus hojas, cortezas, frutos y semillas. 

Para llevar a cabo esta propuesta, se les pidió a los niños que se sentaran en las mesas, organizados del mismo modo en que habían recolectado la información.

El docente orientó la actividad con el fin de establecer relaciones, rasgos comunes y también diferencias entre los árboles indagados, formuló preguntas para promover la reflexión y las interacciones entre los niños alentándolos a poner en palabras lo observado. Para ello recuperó los interrogantes  iniciales que motorizaron la  exploración del entorno. 

Las fotos y pequeñas filmaciones tomadas durante la visita sirvieron para recuperar la experiencia. Luego la docente les indicó que seleccionaran aquellos registros más significativos de cada árbol. También guió a los niños para que lograran crear diferentes carpetas dentro de cada  tableta para así poder organizar los diferentes registros. 

Transcurrido un tiempo, se realizó un intercambio en donde cada grupo presentó sus producciones. 

Ampliando saberes 

Dado que había información que aún desconocían sobre los árboles, la docente propuso al grupo continuar conociendo sobre el recorte para ampliar y profundizar la información obtenida durante la salida. Las tareas que se desarrollaron fueron las siguientes:

Búsqueda de información en Internet y portadores de texto

En esta oportunidad, se continuó con el agrupamiento de los niños que ya se venía desarrollando. 

La docente entregó a cada mesa diferentes portadores de textos (libros, enciclopedias, revistas) y las tabletas conectadas a Internet. 

El intercambio entre los niños fue enriquecedor, la docente planteó algunas preguntas para guiar la búsqueda, las respuestas surgían de la observación y también de lo que los chicos ya sabían. 

La maestra circuló por los grupos orientando la conversación, atendiendo a las preguntas de los niños, dando respuesta a algunas de ellas, leyéndoles información de libros, enciclopedias y páginas de Internet. 

Se utilizó un navegador diseñado por Google especialmente para niños (Kiddle) y así evitar resultados de búsqueda inapropiados para la edad. 

De este modo, es importante destacar que buscar información en Internet puede convertirse en una valiosa oportunidad para abordar la construcción de sentido crítico y reflexivo, sobre todo el contenido que circula en diferentes páginas web. 

Forma parte de la enseñanza con tecnologías digitales poder dar cuenta que todo lo que circula en la Web no siempre es confiable o fidedigno.

Es sustancial poder guiar a nuestros alumnos en la transmisión de conocimientos validados, promoviendo un uso crítico y seguro de las tecnologías. 

Es interesante destacar, que al momento de ofrecer a los niños diversos portadores y soportes de búsqueda de información, debemos tener presente que éstos puedan ser utilizados del modo más autónomo posible, para que sean los propios niños quienes puedan acceder “de primera mano”. a la información a relevante. 

En el caso de las tecnologías digitales estas deben ofrecer un recorrido no lineal, intuitivo y de fácil navegabilidad.

Por otro lado, debemos tener presente que cada niño realice sus propios procesos de aprendizaje, en virtud de las múltiples experiencias que transita. 

Es probable que varios tengan facilidades para obtener información a partir de imágenes, otros a través de audios o participando de entrevistas, en algunos casos por la experiencia directa con el objeto de conocimiento.

Esta variedad en las formas de aprender necesita de estrategias didácticas multimodales, con el objetivo de facilitar el aprendizaje de niños y niñas. 

Entrevista virtual a informante 

Como otro modo de conocer aquello que se está indagando se realizó una entrevista. Se propuso al grupo de alumnos buscar información a través de la consulta a un informante. Para ello, se realizó una videollamada a una Ing. Agrónoma del INTA 1 .

En este tipo de propuestas, se trata de que el grupo de niños logre acercarse al objeto de indagación a partir de la palabra de un especialista.

Aquí se ponen en juego diversos aprendizajes, algunos vinculados a la formulación de preguntas, ya la escucha atenta; pero, también, saberes relacionados con los dispositivos digitales, en tanto posibilitan la comunicación con un otro aún cuando no comparto un mismo espacio físico. 

Para poder concretar la entrevista el grupo elaborado, con ayuda de su docente, las preguntas que realizarían. Se pudo grabar el encuentro sincrónico y quedó como insumo para continuar sistematizando la información que se iba recabando. 

Observación con lupas y microscopios digitales

En las propuestas de información, resulta propicio que los niños utilicen diversos instrumentos para ampliar y mejorar la calidad de lo que observan. 

El grupo de niños había recolectado hojas, frutos y semillas durante la salida al parque. Clara, les propuso observarlas con más detalle: “¿cómo son las hojas?, ¿cómo terminan?, ¿y las semillas?” ¿Todos tienen semillas? ¿Tienen muchas o pocas? ¿Todos tienen jugo? ¿Cómo es su color? ¿Es parecido o diferente al color de la cáscara? 

Los niños observaron con detenimiento cada elemento. Luego distribuyó las lupas y microscopios digitales. 

Les sugirió reparar en las hojas con el fin de reconocer la presencia de pequeñas hendiduras. Un grupo de niños sugirió abrir los frutos, propuso cortar el fruto del Palo Borracho. Al cortarlo pudieron observar que, “tiene una especie de algodón pegajoso con olor feo” y “semillas verdes”. La docente les comentó que esa especie de algodón se llama fibra de algodón. Luego la observaron con el microscopio digital y concluyeron que “las fibras son como hilitos muy pequeños”. 

Para continuar ampliando el registro de lo observado en las diferentes experiencias, se tomaron diferentes capturas de pantalla que cada grupo almacenó en sus tablets. 

Comunicando lo aprendido

Para organizar la información que circuló en las actividades anteriores la docente completó junto con los alumnos un cuadro con todos los datos obtenidos. Volvieron a observar las imágenes y los registros realizados. 

La instancia de lectura del cuadro les permitió a los niños construir algunas generalizaciones sobre los árboles en torno a su estructura (tamaño y forma). Reconocieron diferentes hojas en cuanto al tamaño, color y hendiduras, establecieron semejanzas y diferencias en relación con los frutos y semillas. Para comunicar lo aprendido e investigado sobre los árboles del Parque 3 de Febrero, Clara propuso al grupo elaborar un Libro Digital con todos los registros e información recabados. 

La idea entusiasmó mucho al grupo, ya que podrían compartir todos sus aprendizajes con sus familias. Pero también surgió la posibilidad de poder ofrecer a los demás visitantes del parque lo elaborado por los niños. Frente a esta situación, a la docente se le ocurrió que se podrían colocar carteles con un código QR en espacios cercanos a los árboles, para que la gente que pasara por allí pudieran escanearlo y acceder al Libro Digital. 

Reconocimiento y elaboración de códigos QR y colocación en los árboles del Parque 3 de Febrero

Clara presentó los códigos QR y preguntó al grupo ¿Qué son? ¿Los vieron en algún lugar? ¿Para qué servirán? Muchos de ellos ya los conocían, algunos los identificaron en algunos productos que compraron, otros en algún restaurante para ver la carta del lugar. 

Otro día, cada grupo elaboró un código distinto para cada árbol y lo vincularon con el Libro Digital que habían creado. Al siguiente día, concurrieron al parque para colocarlos.


1 - Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Es un organismo de investigación, estatal, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la República Argentina.

Armado de Libro Digital para compartir con las familias

El libro Digital resultó una invitación para que los niños pudieran socializar a sus familias e integrantes de la comunidad todo lo vivido durante todo el proceso de indagación.


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Un final que es una invitación a un nuevo comienzo

La experiencia que aquí se relata, solo es una invitación a pensar en las múltiples posibilidades de integración de las tecnologías de la información y comunicación en las propuestas de enseñanza. 

Las tecnologías digitales, como herramientas de la cultura contemporánea, nos animan a experimentar, a producir, a realizar. 

Es fundamental, que podamos recuperar de un modo creativo, lo mejor y más poderoso de la escuela tradicional y podamos ensamblarlo con las innovaciones que se gestan en los escenarios contemporáneos, para revisar y rediseñar nuestras prácticas de enseñanza, y promover en nuestros estudiantes aprendizajes situados. en el tiempo histórico en el que viven.

Actividades

- Presentación de la propuesta a los niños: aproximación al espacio a través de la observación de un vídeo del lugar, filmado por la maestra. Intercambio sobre sus características. Anuncio de la visita y comunicación de los árboles a indagar: ceibo, jacarandá, palo borracho y lapacho. 

- Lectura de fotos satelitales. Reconocimiento del espacio del Parque 3 de Febrero y otros lugares identificables (río, calles, edificaciones, jardín).

- Visita al Parque 3 de Febrero: el grupo completo, acompañado por adultos.

- Presentación de los árboles a indagar y lectura de carteles sobre la prohibición de llevarse plantas y animales del parque.

- Durante todo el recorrido se prestará atención a la presencia diversos seres vivos que habitan en los árboles elegidos.

- Registro a través de fotos, grabaciones y dibujos por parte de los niños. Orientación por parte de la docente sobre los aspectos a relevar durante el recorrido: follaje, fruto, floración, corteza, semillas, tamaño, etc.  

- Recolección de hojas de los árboles seleccionados. En la sala cada grupo observará y observará diversas características, similitudes y diferencias (tamaño, forma, nervadura, color).

De vuelta a la sala: 

- Sistematización de la información recabada. Puesta en común. Cada grupo almacenó la información obtenida organizada en carpetas (fotos, filmaciones, escritos, audio), en la tableta.

- Búsqueda de información en libros, enciclopedias, revistas y sitios de Internet. 

- Observación con lupas y microscopios digitales los frutos y semillas recolectados. Registro de lo observado. 

- Entrevista a una Ingeniería Agrónoma del INTA. Indagación sobre las necesidades y cuidados que necesitan los árboles (agua, luz, aire). 

- Registro utilizando tablets (filmaciones y grabaciones de voz).

Comunicar lo aprendido: 

- Cuadro con registros elaborados por el grupo. Lectura del cuadro y análisis de aspectos compartidos y diferencias entre los árboles. 

- Visualizar los procesos de aprendizaje a través de la puesta en relación de diversidad de registros y materiales digitalizados.

- Armado de libros digitales.- Reconocimiento del QR como un código para almacenar información.

- Colocación de carteles QR para vincular con el libro digital creado por los niños.

- Socialización con las familias. 

- Comunicar y compartir las investigaciones y descubrimientos realizados.

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LA AUTORA

Maestranda en Educación para la Primera Infancia (UBA), Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO), Diploma Superior en Ciencias Sociales con mención en Educación y Nuevas tecnologías (FLACSO), Licenciada en Educación con mención en Tecnología Educativa (UNQ) y Profesora de Educación Inicial (Ispei Sara C. de Eccleston)

Actualmente es docente en el Nivel Superior en el Ispei Sara C. de Eccleston formando a futuros docentes de Educación Inicial.

Diseña contenidos y materiales didácticos vinculados a la Educación, las tecnologías digitales y la Primera Infancia.

Se ha desempeñado como capacitadora en la Escuela de Capacitación de la Ciudad de Buenos Aires, formando parte del equipo pedagógico del PENT FLACSO y UCES.

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Natalia Vidal
Buenos Aires | Argentina

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